Gavias contra la desertificación
¿Pueden las gavias ayudar a luchar contra la desertificación? Viajamos a finales de septiembre de 2022. La tormenta tropical Hermine golpeó con fuerza las islas Canarias. Además de generar millones de euros en pérdidas, dejó en Lanzarote el equivalente de agua a la MITAD de su precipitación ANUAL y el TRIPLE esperado para ese mes en Fuerteventura.
Durante varios días, los barrancos se cargaron del agua marrón que arrastraba el suelo de las partes más altas de las islas hacia el mar. Esto no hizo más que acelerar la ya acusada erosión de las islas orientales. Sin embargo, otra de las escenas que provocó fue la de charcas, gavias y nateros anegadas de agua. Se estaba “sembrando” agua.
De hecho, estos elementos están diseñados justo para ello.
Las gavias: Sembrando agua para alimentar a Canarias
Las gavias son redes de parcelas escalonadas separadas por montañas de tierra (trastones). Gracias a pequeñas “compuertas” se puede trasvasar el agua de escorrentía entre ellas. De esta manera se apacigua el torrente de agua y se optimiza la infiltración en el suelo.
Estas y otro tipo de técnicas agrícolas salvaron a los habitantes de Fuerteventura y Lanzarote de las hambrunas. De hecho, su éxito en cultivos como arvejas, garbanzos, chícharos o millo fue tal, que les valió para nombrar a las islas orientales como el “granero de Canarias”
Hoy en día, las gavias se han convertido en un referente mundial en la gestión sostenible del agua en un medio árido. No se usan pesticidas ni fertilizantes, sino que se abonan con estiércol animal, permitiendo la convivencias de aves nativas como el corredor sahariano, la tarabilla canaria o el alcaraván.
Además de aves, las gavias se han convertido en refugio para todo tipo de seres vivos. Desde plantas como barrillas, salados o espinos, hasta pequeños invertebrados que sirven de alimento a aves y reptiles que se ven atraídos por el agua.
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Una oportunidad contra la desertificación
La abundancia “atrapada” por las gavias tras el paso de la tormenta tropical inspiró el Proyecto HERMINE. Una iniciativa para recopilar técnicas agrícolas de bajo impacto en el paisaje que favorezcan la infiltración de la poca agua que caiga en las islas. Además, se plantea su integración en localizaciones de espacios naturales muy degradados y con un alto riesgo de desertificación.
El proyecto HERMINE cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos que contribuyan a implementar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (2021-2030).
Conocer para prevenir y conservar
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